
Trastorno del habla, ¿Es importante atenderlo?
Los niños que tienen trastornos del habla pueden tener problemas para producir los sonidos del habla en forma correcta. Ellos pueden dudar o tartamudear al hablar. Los niños con trastornos del lenguaje pueden tener problemas para entender lo que otros dicen o tener dificultades para comunicar sus pensamientos, repercutiendo en el ámbito academico o familiar.
¿Cómo se diagnostican los trastornos de lenguaje?
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los padres es identificar si sus hijos tienen dificultades con el lenguaje y si necesitan apoyo de un especialista. Sin embargo, es importante destacar que cada niño presenta variaciones propias en el desarrollo del habla.
Algunas de las situaciones que pueden ayudar a identificar si un niño tiene problemas de lengujee son:
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Si a los 18 meses no ha dicho ni una palabra, no señala objetos y tampoco tiene interés ni intención de comunicarse.
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Tiene 18 meses y no entiende órdenes sencillas de máximo tres palabras.
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A los 2 años repite únicamente lo que escucha y no se le entiende nada de lo que dice.
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A los 3 años no construye plurales ni tampoco utiliza pronombres.
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Si a los 4 años pronuncia mal las consonantes, tiene sonidos nasales y no conjuga los verbos a través del habla.
Recomendaciones para padres de niños con problemas de lenguaje
Los padres deben tomar en cuenta que los niños aprenden el lenguaje por imitación, escuchando a las personas de su entorno. Por este motivo, se les debe hablar mucho, con un lenguaje sencillo y claro de entender.
Durante la etapa de la lactancia, es importante dedicar tiempo a la comunicación verbal con los niños , la enseñanza de signos y la imitación de sonidos y gestos. Igualmente, a partir de los 6 meses de edad, se le debe leer al niño todos los días.
Los cuentos con imágenes son ideales para estimular el desarrollo del lenguaje. Aprovecha el momento del baño o el cambio de ropa para reforzar el habla y el lenguaje. Estas son situaciones idóneas para nombrar objetos, prendas de vestir y demás partes del cuerpo.
Los padres y demás personas del entorno del niño no deben reírse de los errores fonológicos cometidos. La burla puede causar un daño psico-emocional grande en niños con problemas de lenguaje.